martes, 25 de noviembre de 2008

Anexo Ruta Rodana-Parc Natural del Turia

"Només els éssers que gaudeixen lliurement d'un gran horitzó són feliços en aquest món."
Damodara



El inicio de septiembre trajo consigo la puesta en marcha de la nueva temporada de R&P
Nuevamente los 4 componentes no ponemos en marcha en una ruta conocida pero con variantes que comentaremos a continuación.
Aunque realmente el inicio de temporada fue el miércoles de la semana pasada por la tarde con una ruta a la Muntanyeta en la que de forma inesperada nos dimos cita el grupo al completo, la razón de fondo no era otra que preparar la ilusionante ruta que pensábamos recorrer el próximo sábado, cuestión que a tenor de los preparatorios y puesta a punto resultaba más que evidente.
Hoy dejaremos atrás la ruta del miércoles para encaminar nuestros pasos hacia Les Rodanes por un trazado nuevo estudiado por Luis en estas semanas de solitario rodar, pues entre convalecencias, vacaciones, calores estivales y alguna que otra excusa, lo habíamos dejado solo por esas tierras durante algunas semanas. El recorrido nos lleva tras pasar la carretera de Loriguilla a Riba Roja por un camino a la izquierda que ya transitamos cuando fuimos a Cumbres de Calicanto, esta vez no cogeremos aquel camino que bajaba a la izquierda de forma pronunciada hacia Loriguilla, este nuevo camino gira casi enseguida a la derecha y va describiendo un zig zag continuo a la par que un sube y baja rompe piernas de lo más salado. El camino bastante roto y pedregoso, no nos impide alzar la vista al paisaje, las montañas bastante desnudas de árboles pero cubiertas de matorral y arbustos quedan a espaldas del camino de la “baseta blanca” que es el que nos queremos ahorrar. Ya comentamos de lo desagradable de ese camino por el inmundo caldo negruzco-rojizo que destila la montaña artificial de tierra que esconde bajo ella toneladas de basura, el olor sin ser muy intenso tampoco es agradable, así que aquí estamos dejándonos conducir por Luis en la búsqueda de un nuevo camino que nos sirva de alternativa al habitual.
De momento la quietud del paisaje y la tranquilidad de este camino, a pesar de la mayor longitud del tramo y de ser algo más dificultoso, no nos impedirá darle un rotundo aprobado, por lo que seguimos adelante en busca de la unión con el camino del campo de tiro, lugar que dejamos este atrás y giramos a la derecha en el camino de Cheste y hacemos el tramo de bajada hasta llegar al camino que nos pondrá en a los pies de Les Rodanes. Subimos esta nuestra queridísima rampa inicial y comprobamos que a pesar del entrenamiento de la semana pasada en La Tinença la rampa sigue estando ahí y como siempre nos quiere machacar. Nos encontramos con un buen número de corredores que a mejor ritmo que nosotros van subiendo la montaña, los adelantaremos junto al comenzar la bajada hacia la Bassa Barreta tratando de sacarles algo de ventaja a fin de no molestar su trote, pero comprobaremos que el firme se ha deteriorado mucho en estas últimas semanas por lo que con bastante precaución nos lanzamos hacia abajo, un coche que sube nos cortará el ritmo a media bajada y como aquel que dice nos dejará sin espacio para volver a arrancar con fuerza. Llegamos al desvío que baja a la Bassa Barreta pero en lugar de tomarlo giramos a la izquierda y enfilamos la subida de la segunda Rodana, en esta subida el primer grupo de atletas nos adelantará, la ventaja que buscábamos no ha sido suficiente y nos harán morder el polvo, el camino muy seco y deteriorado está con una buena capa de polvo y tierra suelta por lo que la expresión es totalmente literal. Llegamos arriba y descansamos todos apiñados a la alargada sombra del poste de la luz que se yergue majestuoso en este altiplano. Un trago de agua y una fugaz mirada hacia la bajada de Horquera que con gusto tomaríamos ahora mismo, pero no, hoy es nuestra última oportunidad del asalto al solsticio veraniego a la cumbre de La Rodana, y es que esta tradición de rendir homenaje a nuestra reina una vez por estación ya nos acompaña al menos dos años y por lo tanto, no podemos fallarle a la Reina.

Fue una de las cosas que pensamos en una temporada en la que fue muy habitual llegar hasta aquí, pero la dureza de subir tan a menudo nos hizo plantearnos que era mejor espaciarla un poco en el tiempo para así disfrutarla mucho más y a la par, no quemarnos de la subida… y así lo hicimos, las otras semanas simplemente nos “quemamos” en otras montañas y otras subidas, pero, cada vez que volvemos a este venerado lugar, seguimos pensando que por muchas rampas, pendientes, cuestas, montañas o lo que sea, esta pendiente es especial, tanto física como mentalmente, aunque el aspecto mental tenga más que ver con nuestros sentimientos hacia ella. Por eso, esta subida es un homenaje que le rendimos con gran placer a la que para nosotros es nuestra montaña. Pues nada, una última mirada al suplicio que nos espera nos encamina exultantes de ánimo hacia arriba.
Pasamos los pilares y nos enfrentamos de lleno con nuestro particular “portell d´infern” con el recuerdo muy fresco todavía de lo vivido la semana pasada. Ya no recordábamos esta pared inicial y nos pone rápidamente en nuestro sitio. Allá en la Tinença, decíamos que después de aquellas subidas volver aquí sería como un entrenamiento, aquí y ahora pensamos que el entrenamiento lo hicimos rodando por tierras catalanas y por el norte de Castellón. Superadas las dos primeras curvas el terreno nos da, a su manera, un respiro. El resto de sobra conocido por quien siga este blog y por los que alguna vez se hayan acercado por este paraje, por lo que no nos extenderemos en repetir lo que ya hemos dicho otras veces. Llegamos arriba donde nos avituallaremos después de recuperar el aliento. Hoy las vistas no nos acompañaran debido a la abundante bruma que invade el horizonte, lo que si nos acompañará es cantidad de amantes de los espacios naturales, varios ciclistas y senderistas se han acercado hoy hasta aquí convirtiendo este normalmente solitario paraje en algo parecido a una plazoleta de centro comercial. Más sosegados y con el peso de la mochila ya repartido en los estómagos, iniciamos el descenso como hacía tiempo que no lo hacíamos hacia Horquera, buena punta de velocidad quemando adrenalina por todos los poros del cuerpo como si de tubos de escape se tratase. Bajamos hacia Vilamarxant, cruzamos el pueblo y nos dirigimos hacia el río. Esta es otra de las partes por la que hemos preparado este anexo.


En esta primera parte de abrir y enlazar caminos, el parque natural del Turia casi podemos decir que es una realidad. El camino del río ya es transitable desde Valencia hasta Vilamarxant y desde aquí ya podemos llegar con nuestras rutas hasta Gestalgar, ya desde allí y sin que tengamos las rutas pedalisticamente documentadas, podríamos (teóricamente) tener rutas que nos llevarían a remontar todo el río en su transitar por tierras Valencianas. Pero de esto ya hablaremos. Alcanzamos el río en el puente que va hacia Lliria, nosotros seguimos la corriente sin perder de vista el caudal que alimentará la tierra de regadío entre aquí y las huertas que dan paso a la gran urbe Valenciana, allí el río ya llega seco, pero aquí tiene un caudal considerable y el agua baja rápida y cantarina rizando la superficie del río. El camino abierto a lo largo del parque natural del Turia nos permite recorrer una zona antes abandonada a su suerte (que no era mucha) y desconocida por lo inhóspito e inaccesible, la cual se ha convertido ahora en un vergel de plantas en crecimiento, árboles grandiosos, frondosas arboledas y cañizares más o menos controlados en su desmesurado crecimiento. Cuando los árboles plantados comiencen a tener un tamaño considerable esto será un impresionante pulmón verde.

El curso del río va dejándonos ver su recorrido y nos invita a relajarnos en los recónditos paisajes que esconde, pequeños meandros y curvas que lo pasean por esta planicie que poco a poco se deja caer hacia el fin de su trayecto ahogado por el cemento y por las insaciables bocas de los azudes que desviarán su caudal hasta hacerlo morir antes de llegar a Valencia.


Tan solo un tramo falta por abrirse en Riba Roja, pero subiendo por un camino a la izquierda llegaremos al camino tantas veces transitado entre los campos de cultivo paralelo al río que nos llevará hasta el puente viejo de Riba Roja, el anterior tramo que faltaba, también aquí ya se abrió semanas atrás allá por Masía de Traver y nos lleva justo desde el puente de L´eliana hasta esta urbanización. El resto del tramo hasta Manises va progresando a tal ritmo que en este tiempo de parón estival está casi irreconocible, es ahora una pista ancha y con un firme compactado y fácil de rodar, en muchos sitios una capa de cemento para aglutinar la tierra lo convierte en casi una carretera, lo “bueno” de esta carretera es que por aquí no pasarán coches. Tan solo el paso del canal Júcar-Turia sigue sin tener a nuestros ojos un desenlace claro, aunque lo que parece una prolongación del camino nos hace sospechar en una pasarela por encima del estanque, de momento seguimos con este tropezón en medio de la ruta lo cual no nos impide disfrutar de este fantástico camino abierto a la ribera de nuestro río. Ya en Manises a la altura del puente del aeropuerto vemos la primera de las pasarelas que sustituirán a los tubos que provisionalmente hacen de puentes, instalada en los sillares sobre los que encontrará descanso eterno… siempre que se lo permitamos.




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